miércoles, 11 de marzo de 2009

Crónica: I MARCHA NOCTURNA LA BANDA DEL CHERI







FECHA: 27 DE FEBRERO DEL 2009
EVENTO: I MARCHA NOCTURNA LA BANDA DEL CHERI
LUGAR: GALIÑEIRO- VIRXE DAS NEVES

Siete fueron los afortunados, siete los aguerridos que asistieron a la I Marcha Nocturna La Banda del Cheri.
Cuando el Sol se ocultaba tras el horizonte, cuando las luces del día se extinguían formando una cromática paleta de colores en el cielo dando paso a la singular belleza de una Luna que intuía que algo grande estaba a punto de ocurrir, justo en ese instante, había siete personajes que se preparaban para una nueva aventura.
Los comercios cerraban sus puertas, la gente se preparaba para volver a sus casas tras una larga y fatigosa jornada laboral pero hoy la noche era la aliada perfecta para nuestros siete protagonistas. Sus únicas armas eran las luces, pilas y chalecos además de las bicicletas y algo de ropa de abrigo (¿para qué querían más?).
El Cheri junto a Pablo y Balbís fueron los únicos que salvaron los kilómetros que separaban el Galiñeiro de sus casas montados en sus bicis e iluminados por las luces y los ojos asombrados de la gente que se cruzaba con ellos. Tres locos con apariencia de árbol de navidad subiendo por Zamanes hacia el monte, el resto quedaba a su imaginación... El resto del grupo subió al Galiñeiro en coche (algunos con más justificación que otros) pero lo importante era estar en lugar acordado a la hora señalada y sobre todo con las provisiones a punto.
El primer contacto con la absoluta oscuridad y el monte fue espectacular. Los aullidos de los lobos y un sinfín de amenazadores ruidos a los lados del camino nos acompañaron en nuestra primera aproximación hasta que conseguimos llegar al merendero donde nuestros compañeros nos estaban esperando.
Las pizzas, las bebidas energéticas, una litrona, una botella de sidra y las bengalas de Balbís amenizaron mucho la velada y entre risas y bromas pronto dimos cuenta de cada una de ellas hasta que nada quedó para seguir degustando.
A las once en punto comenzamos a pedalear salvando la primera rampa de asfalto que en pocos minutos nos llevaría a adentrarnos en las oscuras profundidades del monte donde las únicas luces eran las nuestras. Por precaución sabíamos que lo mejor era ir agrupados ya que los amenazantes aullidos de los lobos y otras bestias que habitaban aquellos parajes estaban presentes en cada uno de los lugares por los que pasábamos. Sabíamos sin embargo que no estaban hambrientos, acorralados ni tenían crías por lo que estábamos tranquilos ya que salvo por esas circunstancias teníamos claro que no nos atacarían (es más podríamos acercarnos a ellos sin temor). Casalini y Dani eran los más resueltos a acercarse pero finalmente los disuadimos por precaución, esta noche tenía que ser una noche de diversión y no podíamos asumir ningún tipo de riesgo.
La Luna y las estrellas eran los testigos mudos de nuestra aventura, la temperatura era agradable para ser Febrero y el fantasma de la hipotermia quedó enterrado en Manzaneda. La marcha discurrió tranquila y entre risas, los repechos eran pocos y no demasiado duros por lo que el recorrido resultó bastante asequible para todo el mundo, quizás el más duro fue el que daba acceso a la fuente debido a su longitud y sobre todo a la gravilla que dificultaba bastante el avance.
Sabíamos que todo iba bien ya que Casalini reía y no protestaba, algo casi imposible en una jornada normal de MTB compartida con él. Silvia también se sentía cómoda y a pesar de las advertencias previas de Casalini (que seguro le estuvo comiendo el tarro durante dos semanas) disfrutaba como los demás del cálido ambiente que se vivía en el seno del grupo.
La parada en la fuente no era realmente necesaria pero decidimos hacerla para tomarnos las cosas con más calma y que todo el mundo disfrutara del momento. Tras esta breve pausa retomamos la marcha ahora ya con destino a la Virgen de las Nieves para luego retornar de nuevo al merendero y punto de partida de nuestra etapa. La llegada a la Virgen de las Nieves fue muy divertida debido a la pequeña bajada que tuvimos que afrontar hasta llegar al punto acordado aunque lo más divertido (al menos para nosotros) fue toparnos a una pareja que tranquilamente se disponían a disfrutar de los placeres de la carne en el interior de su coche. Nuestro acercamiento los debió de poner muy nerviosos y más cuando el Cheri, asustado ante la visión del cerezo en flor que portaba aquel personaje, tropezó con una piedra (¿sería una piedra?) provocando que casi se cayera justo delante de la asustada pareja.
La bajada desde la Virgen de las Nieves fue espectacular y muy rápida dificultada también por el exceso de gravilla pero que cada uno disfrutó a su manera. De nuevo tocaba subir para ganar una vez más la pista que ahora sí ya casi nos dejaba a las puertas del merendero aunque todavía nos quedaba el pequeño atajo que nos conduciría al final de nuestra marcha.
Los aullidos de los lobos ya eran más amables y si hubiéramos insistido probablemente nos habrían dejado acercarnos a ellos e incluso acariciarlos pero hoy no era ese el objetivo. El atajo hasta el merendero resultó muy divertido e incluso Casalini (que nunca lo había bajado de día) se tiró por él sin dudarlo y sobre todo sin echar pie a tierra (tendremos que vendarle los ojos para hacer los descensos).
Ya en el merendero las caras de satisfacción eran más que significativas: la marcha había resultado un éxito y todos nos fuimos para casa satisfechos y con ganas de repetir.
Sólo me queda daros las gracias a todos los asistentes sin olvidarme de Abel que por estar lesionado no pudo venir aunque sé que le hubiera encantado estar con nosotros.

ASISTENTES A LA I MARCHA NOCTURNA DE LA BANDA DEL CHERI: EL CHERI, SILVIA, PABLO, DANI, CASALINI, IAGO Y BALBÍS.